Derrota y malas sensaciones
El Urola Lazti fue derrotado en casa por el Arrasate en un mal encuentro en el que los nuestros tan sólo lograron aguantar el tipo durante un cuarto de hora.
El Urola Lazti fue derrotado en casa por el Arrasate en un mal encuentro en el que los nuestros tan sólo lograron aguantar el tipo durante un cuarto de hora.
El Urola Lazti encajó este fin de semana una derrota de las que duelen, ya que además del resultado (28-40), el encuentro dejó en los nuestros la sensación de que se había dado un paso atrás en relación a jornadas precedentes. Una vez más, los amarillos achacaron la falta de efectivos debido a las lesiones, lo que condicionó más aun las opciones de juego de que podían disponer.
El inicio del partido resultó ciertamente esperanzador. Las numerosas bajas locales apenas se notaron, en especial la de los dos pivotes del equipo, cuya ausencia suplió formidablemente Xabier Areizaga, que cumplió su cometido a la perfección en una posición en la que nunca antes había jugado.
Los locales enseguida se colocaron con el marcador a favor gracias a un parcial de 4-0. Parecía que al conjunto visitante le estaba costando entrar en el partido, pero cuando lo hizo demostró con creces el por qué de su posición en los primeros lugares de la tabla. El encuentro estuvo igualado hasta que transcurrió el primer cuarto del mismo, en el que el electrónico mostraba ya un empate a 7 tantos, que sería la ultima ocasión en la que los visitantes no estarían por delante en el marcador, ya que de ahí en adelante, cada minuto del choque sólo serviría para ampliar un poco más la diferencia.
El desfallecimiento local dio alas a los visitantes, que al descanso ya vencían por 12-17.
Las consignas del entrenador local en el descanso fueron encaminadas a dar ánimos a los nuestros, pero la suerte estaba echada. Sin apenas banquillo y con un equipo tan completo enfrente, los amarillos no pudieron más que dar la cara y hacer su juego lo mejor que podían mientras veían como la diferencia en el electrónico iba en aumento hasta llegar al 28-40 con el que finalizó el choque.
Esta derrota dolió, pero no es momento ahora de lamentarse. Sólo cabe confiar en la recuperación de algunas de las bajas y afrontar con confianza y motivación la visita del Corazonistas de Vitoria la próxima semana, en lo que supondrá el inicio de la segunda vuelta de la liga y el último partido antes del parón navideño.